Un conejo «de monte» anda suelto en la ciudad

Un conejo anda suelto por Vilagarcía. Y no se trata de una visita puntual, sino que lleva un mes dejándose ver por las calles, carreteras y plazas del centro de la ciudad.

Sale, sobre todo, por las noches, y se mueve entre el parque de O Cavadelo, que está en obras, y los jardines del Doctor Fleming, por lo que tiene que cruzar un buen tramo el casco urbano y varias carreteras. La más peligrosa y transitada: la Nacional 640-a.

Avanza por la calle de Conde Vallellano, también en obras, atraviesa por la popular zona «de vinos» de A Baldosa y se deja ver en la concurrida y peatonal plaza de Galicia, donde se entretiene olfateando y mordisqueando las plantas de los jardines.

Se alimenta de esos y otros jardines y de todo aquello que se va encontrando a su paso o le arrojan los viandantes. La verdad es que no parece pasar hambre, a juzgar por su buen aspecto físico y lo brillante que tiene el pelo.

La amenaza de los perros

Y no es muy asustadizo, dejando prácticamente que lo acaricien, aunque sí prudente, quizás porque su instinto de supervivencia lo lleva a permanecer en alerta ante posible depredadores. Que lo hay, dada la gran cantidad de perros que cada día pasan por esas mismas zonas, en algunas ocasiones, sueltos.

En cierto modo, este conejo, que no es un «conejo de Pascua», como bromean algunos que lo vieron a las puertas de la panadería-pastelería Al Pan Pan, se ha convertido en una atracción para los vilagarcianos.

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Son muchos los que lo observan mientras busca alimento y escarba en la tierra de los jardines. O también cuando corretea atravesando las zonas de obras y huyendo de quienes tratan de atraparlo para ponerlo a salvo.

Todos creen que el día menos pensado aparecerá aplastado por un coche o será mordido por algún perro, de ahí las constantes llamadas al servicio municipal de Emergencias de Vilagarcía, cuyos miembros ya han intentado cogerlo en más de una ocasión para llevarlo a un lugar seguro.

Hasta el momento no ha sido posible, así que el animal seguirá paseándose por la ciudad como en su día lo hicieron los jabalíes, también vistos por la zona de O Cavadelo, Conde Vallellano y la plaza de Galicia.

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De color marrón y aún juvenil, parece tratarse de uno de esos conejos «de monte» que pueden verse en Xiabre y otros puntos del municipio. Pero desde luego, no parece que se trate de una mascota huida de casa, salvo que alguien quisiera deshacerse de la criatura cuando creció.

Tampoco parece tener microchip que lo identifique, al menos según han podido comprobar en emergencias.

A la espera de ver qué futuro le espera, de momento sus graciosos movimientos no dejan de sorprender a cada vez más vecinos, muchos de los cuales se muestran preocupados por el bienestar del animal. Todos coinciden en que, mientras no se traslade a un lugar seguro, lo mejor es «dejarlo en paz».