La venta de perros, gatos y hurones es ilegal en España desde 2024, cuando entró en vigor el grueso de la Ley de Bienestar Animal. La medida fue pensada para garantizar que las mascotas no sufran en su crianza y que pasen sus primeros años en buenas condiciones de salud. Ahora, la única forma de comprar y elegir por raza es a través de criadores. Estos deben cuidar un mínimo de dos meses a los cachorros y tienen que comunicar al Registro de Animales de Compañía su traspaso en menos de tres días. También es necesario que dispongan de un espacio habilitado y aprobado como núcleo zoológico por el gobierno autonómico. En Vigo, ciudad donde hay más canes que niños, operan dos criadores homologados. Sin embargo, el mercado está más bien en internet. En páginas de compraventa como Milanuncios hay hasta 595 ofertados que se pueden pedir y recibir en la urbe. El más caro es de 15.000 euros, y el resto oscila entre los 2.500 y los 600. Son sobre todo ofertas de cachorros de razas con pedigrí como el Caniche Rojo o el Bichón Maltés. La cifra no es muy alta en comparación al total de los disponibles en España: son más de 10.000. Los precios pueden alcanzar hasta los 17.000 euros. Los que llegan aquí se anuncian desde varios criaderos, ubicados sobre todo en Andalucía. Por ejemplo, desde la empresa Mascoticas, con espacios de crianza entre Málaga y Sevilla, se desplazan cada cierto tiempo a otras comunidades para hacer visitas o trasladar a sus ejemplares. Más allá de debates morales sobre comprar o adoptar animales, en los portales de compraventa se anuncian —con descaro— estafas. Se camuflan como si de una empresa legal se tratase y una vez que reciben el dinero por adelantado, desaparecen. Rubén es propietario de uno de los dos criaderos de perros en Vigo, Segredos do Lar, y apunta también a otro tipo de fraude, el de la reventa. «Hay mucho comercial que compra a criaderos ilegales de Portugal y revende en España haciéndose pasar por estos profesionales, pero no lo son», dice. Además, se dan otras circunstancias reprobables: «El único requisito realmente es el espacio, como se trate a los animales o cuanto descanso se deje a las hembras entre partos, es cosa de cada uno», advierte el profesional. En su caso, la producción es pequeña y los ingresos solo mantienen a una persona. Trabaja con Caniche toy y Pinscher miniatura y entre cada parto deja un año de descanso. Para la reproducción, no establece lazos endogámicos, como sí ocurre en otros criaderos, y los precios parten de los mil euros. La cifra sabuesos contrasta con los cuatro ejemplares de gato que se anuncian para comprar desde la ciudad. En Galicia hay dos criaderos de felinos, uno en el Salnés y otro en la zona de Muros. También se pueden adquirir jerbos por diez euros, ratones por dos, un hámster por cinco, cobayas por 30 y una chinchilla por 125. En cuanto a reptiles hay lagartos ciliatus, geckos leopardos y peces y aves exóticas.