Guerra declarada a termitas y carcoma

La madera de la Casa Consistorial de Pontevedra está en el punto de mira. La lucha contra los xilófagos es un objetivo dentro de la recuperación del edificio. Tras el tratamiento antitermitas de la puerta principal, ahora han sido retiradas las hojas que cierran los arcos que dan acceso al salón de plenos por carcoma.

Las tres puertas que se tratarán dan al salón de plenos.

Las tres puertas que se tratarán dan al salón de plenos. / Rafa Vázquez

Pontevedra

Termitas y carcoma no tendrán cabida en la renovada Casa Consistorial de Pontevedra, una acertada rehabilitación finalizada en 2024 que permitió reabrir al público las puertas del histórico edificio diseñado por el arquitecto Sesmero a finales del siglo XIX.

Detalle de la puerta 
principal exterior 
antes del tratamiento. 
|  Gustavo Santos

Detalle de la puerta principal exterior antes del tratamiento. | Gustavo Santos

El gobierno local se propuso eliminar todos los insectos xilófagos de la carpintería del inmueble, para lo que destinó, a través de un contrato de emergencia, 23.417,32 euros. La acción incluye el tratamiento y la colocación de trampas, ya que los nidos pueden estar a cientos de metros. Además, se hará seguimiento durante los cinco años próximos, tal y como establece la actuación técnica en estos casos.

La puerta principal 
restaurada.
|  Gustavo Santos

La puerta principal restaurada. | Gustavo Santos

La puerta principal de la Casa Consistorial ya recibió un tratamiento antitermitas el pasado mes de enero, tras el cual fue restaurada y pintada, luciendo de nuevo en su fachada a la Praza de España. Pero, además, tal y como confirman fuentes municipales, hace unos días, técnicos de la empresa Rentokil Initial, analizaron la madera del interior, donde detectaron carcoma en las tres puertas que dan acceso al salón de plenos, procediendo a su retirada para el tratamiento de gaseado correspondiente.

Elementos fijos

Miguel Ángel Lorenzo, mánager regional del norte de España de la empresa, destaca que «una puerta de interior, cuando un edificio está cerrado durante años, no debería ser atacada nunca por termitas, ya que es un elemento móvil, al contrario de lo que puede ocurrir con un marco». «El problema surge cuando una puerta no se abre, ya que la termita entiende que es un elemento fijo también, como una viga, un forrado en una pared...»

Una de las principales cuestiones que hay que tener en cuenta en el caso del tratamiento de las termitas y la carcoma en la Casa Consistorial pontevedresa es que ésta está en un casco viejo. «Los cascos viejos suelen ser el lugar preferido de las termitas, porque ahí hay madera de viviendas que tiene muchos años y muchas de ellas no tienen el aislamiento como puede tener una casa hoy en día, así que están afectadas por humedades, etc...», resume.

«La carcoma va buscando este tipo de madera, que es más fácil de comer. Nosotros hemos detectado termitas en lugares cercanos al Ayuntamiento, en emplazamientos privados. Había unas estacas clavadas en el suelo y al sacarlas las hemos encontrado», informa en una entrevista con FARO.

Como consecuencia, desde la empresa se ha propuesto al Concello de Pontevedra el sistema más eficaz a día de hoy para las termitas, el SentriTech, con lo que se denominan «testigos».

Así, se han colocado estos cebos en el perímetro interior del edificio: en el sótano, en la planta baja e incluso en la superior, junto al salón de plenos. Son testigos que van embutidos en el suelo, «porque hablamos de termita subterránea». «Hemos hecho perforaciones en el suelo y hemos colocado esos testigos de SentriTech, buscando el flujo de termitas», indica.

Se trata de testigos con celulosa pura, que atrae a los insectos xilófagos. «Pueden venir desde los cuatro frentes que tiene el propio Ayuntamiento, por eso se han colocado en los cuatro», reconoce Miguel Ángel Lorenzo.

Una vez que se detecta la presencia de termitas, se sustituye la celulosa pura por otra impregnada en un insecticida, que tiene un principio activo que se llama Hexaflumuron. «Cuando acceden a estos testigos con el insecticida, lo transportan mediante la trofalaxia, a través de la ingestión, hasta el termitero. Es decir, que se van retroalimentando unas a otras, boca a boca o de ano a boca», explica el experto.

En el termitero se encuentran la reina y el rey, «que son los que están procreando y haciendo el termitero más voluminoso, con mayor número de individuos». Así todas las termitas se van a ir contaminando y, por lo tanto, «el termitero irá mermando de tamaño».

Ese nido, o nidos, puede estar tanto debajo de la Casa Consistorial como a 300 metros de distancia de ella.

Varios años vigilantes

«Esto es un tratamiento que dura varios años, porque entre el primero y el segundo se garantiza la eliminación del termitero, pero estos insectos dejan tras de sí lo que se llaman feromonas de pista, es decir, por las que se guían unas a otras, ya que son ciegas. Esas feromonas seguirían activas durante un tiempo y si hay más termiteros puede haber otro repunte», puntualiza el mánager regional de Rentokil Initial.

Un nido de termitas puede tener miles de ejemplares, todo depende del tiempo que lleve actuando y comiendo. Les gustan más las maderas blandas, como la del pino o abeto. La cosa se complica con un problema de humedad. Con las maderas duras, como la caoba, lo tienen más difícil.

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