Foro del Noroeste | Construyendo puentes, creando futuro

Bienvenidos al Noroeste: diez ideas para catapultar Galicia, Asturias y Castilla y León

Una lista de propuestas para cambiar el relato del declive y la marginación por el del despegue de las tres regiones noroccidentales

Diez ideas para cambiar el relato del declive y la marginación  por el del despegue de Galicia, Asturias y Castilla y León

Diez ideas para cambiar el relato del declive y la marginación por el del despegue de Galicia, Asturias y Castilla y León / REDACCIÓN

Juan Vázquez

Juan A. Vázquez, ex rector de la Universidad de Oviedo, es catedrático Emérito de Economía Aplicada y presidió entre 2003 y 2007 la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE)

Hace años, a comienzos de los noventa, por encargo del entonces rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Ernest Lluch, dirigí un curso sobre las economías de la Cornisa Cantábrica y del Arco Atlántico Europeo. Se trataba de un singular curso de verano, porque se desarrollaba en tren, en el lujoso Transcantábrico, en un recorrido de una semana partiendo de Vigo hasta San Sebastián con paradas en Ferrol, Gijón, Santander y Bilbao. Tres decenas de alumnos, entre los que se encontraba el futuro lehendakari Ibarretxe (los vascos siempre prestaron atención al arco atlántico y la cooperación transfronteriza), debatían durante el día y al final de la jornada se ofrecía una conferencia abierta en cada una de las ciudades a las que llegaba el tren.

En esa época fueron muchos los cursos y congresos dedicados a un tema que luego pareció decaer, orillado tanto en la expansión como en la crisis de la primera década del siglo hasta que, como en busca del tiempo perdido, las reivindicaciones del Noroeste han vuelto a resurgir con mayor fuerza en la actualidad. 

  1. Esa atención recuperada es algo que hay que celebrar. Bienvenidos, pues, al Noroeste y a nuevos foros de análisis y debate para salir de un retraso relativo que hay que evitar y promover la dinamización de territorios que no pueden resignarse a quedar como islas en medio de la nada o una especie de «no lugares» en el mapa europeo del crecimiento y la prosperidad. Ésta es la primera idea que quería plantear entre las que brevemente pretendo recoger en este artículo.

  2. La segunda idea es que habrá que hacerlo con una mirada renovada y con mayor tenacidad e intensidad. El tiempo ha pasado y las circunstancias han cambiado, de modo que parece necesario promover una reflexión para incorporar nuevos relatos, visiones y perspectivas a las viejas reivindicaciones del Corredor del Noroeste. Conviene, además, hacerlo con diligencia, porque la velocidad de los cambios puede dejarnos atrás y en ocasiones llegar tarde es tanto como no llegar.

  3. Mi tercera idea es que la dinámica territorial española de estas pasadas décadas, en que los ejes de crecimiento y dinamismo que nacen en el corazón de Europa se han extendido hacia el valle del Ebro y la franja mediterránea de nuestro país, ha consolidado la brecha de desigualdad territorial con el Noroeste español, donde perviven aun heridas de las reconversiones por restañar, efectos indeseados de transiciones pretendidamente justas que no lo son, problemas relacionados con el envejecimiento, la despoblación y los niveles de competitividad y productividad y dónde se encaran inciertas perspectivas y serios desafíos en segmentos decisivos de su entramado económico e industrial.

  4. No hará falta insistir, en cuarto lugar, en que mantienen su vigencia, o la han cobrado aun mayor, las razones teóricas que sustentan lo decisivo que resulta la articulación del Noroeste con el resto del país y los grandes ejes europeos, como instrumento de creación de nuevas oportunidades, de reducción de costes productivos, de articulación del territorio, de conexión con los mercados y de mejora de la productividad y competitividad.

  5. Por eso, especialmente en tiempos como éstos de abierta competición de intereses y de juegos de tronos de poder, resulta imprescindible, en quinto lugar, conjugar esfuerzos, concitar acciones, ganar visibilidad e influencias, procurar amplios respaldos sociales y desplegar apoyos institucionales que vayan más allá, eso sí, de palabras huecas, retóricas vacías y simbolismos líquidos que, a veces, tienen poco más detrás.

  6. La sexta idea es que hay que avanzar en nuevos relatos que no se queden solo en la reivindicación de deudas pendientes o la invocación de agravios comparativos, sino que enfaticen fundamentalmente razones de equidad y de cohesión territorial y social, que combinen peticiones con contribuciones y cuenten con sólidos respaldos en el diseño de objetivos, proyectos y estrategias de acción que, más que para justificar frustraciones, estén concebidas para alcanzar con eficacia las metas propuestas.

  7. Articular y conectar un corredor como el del Noroeste es, desde, luego una cuestión primordialmente de infraestructuras y así lo reflejan acertadamente los objetivos de la alianza centrados en los enlaces ferroviarios y sus aumentos de tráficos y la dinamización de puertos y rutas marítimas. La séptima idea es que no puede olvidarse, sin embargo, que en materia de infraestructuras el reto decisivo no está solo en su construcción sino en su coherencia, racionalidad, condiciones de explotación y resultados.

  8. Creo, con todo, que debería haber algo más y mi octava idea es que a los objetivos de infraestructuras hay que sumarles otras cuestiones relacionadas con la organización económica, el ambiente empresarial, los incentivos e instrumentos de dinamización, las redes digitales, la innovación y la ciencia (o la cooperación universitaria) e incluso con necesarios cambios de mentalidad, para activar las potencialidades de Galicia, Asturias y Castilla-León en ámbitos como los recursos naturales, agroalimentarios, turísticos, industriales o energéticos, entre varios otros.

  9. Esa perspectiva es, como novena idea, aun más vital para Asturias que, más allá de la llegada de la alta velocidad (con trenes llenos de viajeros camino de Madrid), tiene problemas pendientes de superar en el transporte de mercancías por ferrocarril y las conexiones ferroviarias con los puertos, en promover su impulso y establecer rutas marítimas con la fachada atlántica o culminar la zona logística de la Zalia y una estación intermodal, entre un conjunto más amplio de desafíos para diseñar una verdadera estrategia de dinamización de la economía regional de la que se carece.

  10. Y la décima idea, conecta el final con el principio de esta especie decálogo. Los cambios en el marco económico y geopolítico son profundos y veloces desde la llegada de Trump. Ello obliga a abandonar inercias y repensar estrategias, renovar planteamientos y redefinir algunas prioridades. En medio de las incertidumbres que dominan solo me atrevo a decir que sospecho que en esos nuevos escenarios será mejor estar unidos que separados, mejor conectados que aislados, que será indispensable cooperar más para competir mejor y articularse más estrechamente con una fachada atlántica del edificio europeo que sirva como pilar de equilibrio, de impulso o incluso de retaguardia y que no debe quedar en penumbra en esta ocasión.

Precisamente para poner las reivindicaciones del Noroeste a salvo de un posible vendaval, habrá que tratar de darles nueva relevancia y dimensión, adaptarlas a nuevas circunstancias y perspectivas y asentar su fortaleza en los nuevos relatos que entre todos hemos de construir. Bienvenidos, pues, para arrimar el hombro por un futuro que permita cambiar el relato del declive y la marginación por el del despegue del Noroeste español.

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