«Nadie te contratará si no sabes usar GPT o Copilot»

El divulgador sobre IA Jon Hernández ofrecerá una ponencia en Vigo el jueves en el «I Foro de Turismo Feprotur: Turismo responsable, crecemento sostible»

Jon Hernández, divulgador sobre inteligencia artificial.

Jon Hernández, divulgador sobre inteligencia artificial. / FdV

Vigo

Jon Hernández, divulgador especializado en inteligencia artificial (IA), participa el jueves en el «I Foro de Turismo Feprotur: Turismo responsable, crecemento sostible», organizado por la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra (Feprotur) con el apoyo de la Axencia de Turismo de la Xunta de Galicia en el Hotel Attica21 de Samil. En su ponencia, titulada «Inteligencia artificial: ¿ola o tsunami?», abordará las claves de la IA y sus retos a corto, medio y largo plazo. La participación en el evento es gratuita: los interesados pueden inscribirse accediendo a la web de la federación.

—¿Por qué titula así la charla que ofrecerá en Vigo?

Lo que se viene es muy grande. La IA puede ser muy buena, podrá curar el cáncer y solucionar el Alzheimer, así como otras muchas cosas, pero, a la vez, va a cambiar completamente cómo entendemos el mundo y, a partir de ahí, nos tenemos que adaptar muy deprisa. Y el problema es que los humanos somos muy buenos adaptándonos, pero no somos muy buenos haciéndolo bajo presión.

—¿Cuáles son los grandes desafíos de la IA?

Trae grandes beneficios a corto plazo, como el aumento de productividad en el trabajo, que es absolutamente increíble. Pero me preocupa más que, desde el punto de vista social, no se están teniendo en cuenta los riesgos sobre la sociedad, por ejemplo, la proliferación de los deepfakes —vídeos, imágenes o audios generados por inteligencia artificial que imitan la apariencia y voz de una persona con tal precisión que pueden engañar tanto a las personas como a los algoritmos—. También está el impacto en el mercado laboral.

—¿Cómo afecta al empleo la IA?

Cada vez se está hablando más de que, en cuestión de dos o tres años, podemos llegar a un punto de lo que se conoce como la AGI, la Inteligencia Artificial General, capaz de hacer todo el trabajo productivo de la humanidad. Ante ese cambio de paradigma y de contrato social, no se está haciendo nada por ver cuál va a ser la mitigación de esto.

—¿Llegará el momento en el que asuma toda la producción de la humanidad?

Tecnológicamente, se puede, como digo. Otra cosa es que dejemos que pase. A día de hoy, aún tenemos el control total sobre la situación. Debemos plantearnos qué queremos que haga la inteligencia artificial, pero, en lugar de eso, nos estamos peleando por si queremos que se implante de una forma o de otra y regulamos a la cola de lo que están haciendo las tecnológicas. Falta que los dirigentes se den cuenta de que esto es un momento trascendental en la historia de este país y de la humanidad en general: debemos darle la importancia que tiene. En Estados Unidos, se van a invertir 500 mil millones de dólares en una sola empresa en inteligencia artificial en los próximos cuatro años. Esto es más de lo que se invirtió, por ejemplo, en desarrollar la bomba atómica o en la Estación Espacial Internacional. Esto va a transformar el mundo como lo conocemos y tenemos que informarnos. La Unión Europea acaba de anunciar 200.000 millones de euros de movilización a favor de la inteligencia artificial. Es la mayor inversión de gasto público en infraestructura de la historia de Europa. Actualmente, lo único que se está haciendo es intentar regular si se hacen armas químicas con la IA o si es más fácil hacer una bomba con una inteligencia artificial que con Google. Eso está muy bien, pero hay otros problemas que se están ignorando.

—¿Qué recomienda para convivir a corto plazo con la IA?

Lo que está claro es que hay una fase intermedia en la que el trabajo no te lo quita la IA, sino a alguien utilizando la IA. Y, en esa fase intermedia, que pueden ser los próximos años, a corto plazo, yo creo que debemos aprender a abrazar a la IA y hacer que la IA te permita hacer más cosas de las que puedes hacer por tu cuenta. Es la garantía para tener trabajo. No se va a contratar a nadie que no sepa al menos manejarse en ChatGPT, Copilot y este tipo de herramientas básicas, ya que estarías incorporando a alguien un 20% menos productivo que otra persona.

—¿Hay profesiones que vayan a sufrir menos el impacto de la IA?

No hay nadie que está protegido de esto y no nos interesa que haya nadie que esté protegido de esto. Le explico. El CEO de Anthropic [Dario Amodei], que es uno de los laboratorios principales de inteligencia artificial, recientemente, en una conferencia, hablaba de que el peor de los escenarios que podemos encontrarnos socialmente es que la IA haga inútiles a la mitad de la población y que la otra mitad sea aún muy útil para la productividad. Si sucede, estaremos en un escenario absolutamente dividido en el que quien tiene trabajo no va a querer compartirlo y quien no lo tiene va a quererlo. Entonces, luego, va a llegar a un conflicto épico. En cambio, si la inteligencia artificial se lleva por delante el trabajo de todos, pues lo que tenemos que hacer es reconvertir la sociedad en otra cosa. En todo caso, la IA no se va a llevar todos los trabajos por delante a la vez.

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