Una nueva línea eléctrica soterrada y de un kilómetro cruzará un lugar de Castrelo

La Xunta no prevé efectos significativos porque se trata de una actuación de «escasa magnitud» y que busca «mejorar» el servicio en Serantellos

La nueva línea enterrada es la línea azul discontinua.

La nueva línea enterrada es la línea azul discontinua. / FdV

Cambados

La Consellería de Medio Ambiente ha informado favorablemente el proyecto de instalación de una nueva línea eléctrica de media y baja tensión enterrada en el lugar de Serantellos, en Castrelo (Cambados). Se extenderá por algo más de un kilómetro y el promotor, UFD Distribución Eléctrica, tendrá que activar un plan de vigilancia y seguimiento con consideraciones y medidas preventivas ordenadas por diferentes administraciones.

El objetivo es «mejorar la calidad y la fiabilidad del suministro de energía» en este núcleo de 71 habitantes. En concreto, se va a instalar una nueva línea eléctrica de media tensión de 709 metros lineales, otra de baja tensión de unos 470 y se reforzará la línea aérea con la extensión de 182 metros de cableado.

Salud pública

El proyecto fue sometido a una evaluación ambiental simplificada y la Xunta acaba de darle el visto bueno tras concluir que «no son previsibles efectos adversos significativos» sobre el medio ambiente, en cuanto a su impacto paisajístico y también respecto a la salud de la población, «dada la escasa magnitud de la actuación –pequeña para este tipo de infraestructuras–, la duración limitada en el tiempo y la baja intensidad de la población del entorno».

Con todo, indica que la empresa ha de tener un plan y adoptar una serie de medidas preventivas, atendiendo a las peticiones de diferentes departamentos. Uno de ellos es la Dirección Xeral de Saúde Pública, quien señala que el público «no estará expuesto a campos electromagnéticos por encima de los niveles recomendados en sitios donde pueda permanecer mucho tiempo» y también que, «en caso de emplearse hexafluoruro de azufre, deberán contemplarse una serie de condiciones».

La actuación se desarrollará sobre viales locales asfaltados, cruza la PO-550 y estará cerca de viviendas y parcelas agrícolas, pero también de zonas en las que hay bienes patrimoniales y, aunque «no se esperan afecciones» sobre ellos, Patrimonio recuerda las medidas aplicables en este caso y que ha de obtenerse autorización para obrar. Esto es, respetar el contorno de protección genérico de 50 metros respecto a dos hórreos y los cruceiros de Os Canizos y A Bouza y el de 20 para la Casa de A Bouza, que está en suelo urbano.

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