Vuelven los problemas a las zonas de percebe

Los percebeiros de O Grove alegan que sus bancos están «demasiado expuestos» ante los bateeiros que buscan mejilla

El sector marisquero comenzó la campaña extractiva del crustáceo para Semana Santa

Un vigilante de la cofradía de pescadores San Martiño realizando controles en el marisqueo a flote.

Un vigilante de la cofradía de pescadores San Martiño realizando controles en el marisqueo a flote. / Paco Luna

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Los percebeiros de la cofradía mancomunada de San Martiño han retomado la actividad extractiva del preciado crustáceo. Lo hacen para tratar de aprovechar el tirón que la Semana Santa entraña desde un punto de vista turístico y gastronómico en localidades como O Grove.

El problema es que el sector sostiene que sus zonas productivas están «demasiado expuestas» a la acción de los furtivos y de los bateeiros, en este caso teniendo en cuenta que en la costa atlántica de San Vicente no solo crece el percebe, sino también la mejilla que los acuicultores necesitan para preparar el ciclo de cultivo en sus viveros flotantes.

Uno de los vigilantes de la cofradía
en un punto de control de
descargas establecido en 
Porto Meloxo. |  M. Méndez

Uno de los vigilantes de la cofradía en un punto de control de descargas establecido en Porto Meloxo. / M. Méndez

«Este año estamos siendo sometidos a una fuerte presión, ya que, si bien hay mucha mejilla, los bateeiros agotaron las zonas que tienen autorizadas y ahora se dedican a invadir las nuestras, en las que solo se permite extraer percebe», aseguran los representantes del colectivo de percebeiros.

Es por ello que hacen un llamamiento a la colaboración de la Consellería do Mar, ya que «se necesitan más vigilantes para poder proteger estos espacios».

Aducen que, si bien el trabajo de Gardacostas de Galicia e incluso la Guardia Civil del Mar está siendo notable en la zona, en la cofradía de San Martiño «solo hay ocho vigilantes, y tienen que repartirse en turnos de día y de noche».

Además «tienen derecho a jornadas de descanso y también tienen que controlar el marisqueo a pie y a flote, la actividad pesquera en general y la extracción de recursos específicos como la navaja, por lo que no pueden dedicar a la zona de percebe todo el tiempo que nos gustaría y sería deseable», lamentan los socios del pósito, entre los que hay vecinos de O Grove, Cambados, Vilanova, Meaño, Ribadumia, Poio y Sanxenxo.

Las multas

En cualquier caso, también creen los mariscadores con permiso para recursos específicos como el percebe que «quizás las multas que se están poniendo sean demasiado pequeñas, y quizás por eso a algunos bateeiros parece compensarles que les pongan la sanción, ya que siguen volviendo a las zonas que tienen prohibidas».

Miembros de Gardacostas y de la
Guardia Civil en la costa de San
Vicente. |  M. Méndez

Miembros de Gardacostas y de la Guardia Civil en la costa de San Vicente. | M. Méndez

Tanto es así que «la semana pasada se propusieron para sanción siete embarcaciones que se dedicaban a la mejilla en zona prohibida, pero tampoco esto parece servir de nada».

Esto lleva a los percebeiros a pedir también más contundencia, ya que «con la situación actual no hay manera de recuperar las piedras, dado que el percebe tampoco crece como antes».

La conclusión a la que llegan es que el sector se ve amenazado, ya que «nos pasamos tres meses esperando en casa y cuando retomamos la actividad para sacar percebe en Semana Santa nos encontramos con que ya no queda nada».

Una actividad de la que pueden ocuparse 22 tripulantes a bordo de doce embarcaciones y nueve mariscadores de a pie, a los que Mar concedió este año 80 días de trabajo a repartir entre febrero y agosto, la primera quincena de octubre –por la Festa do Marisco– y en diciembre.

Sus zonas de extracción se encuentran entre Punta Area Grande y Punta Faxilda, así como en la islas e islotes adyacentes.

Esto incluye subzonas como Con Negro, O Carreiro, Illa de Pombeiro, Illote do Faro y el islote Pombeiriño.

Pero también Pedras Negras, el entorno de la batería militar de Puerto Cuaces, Con de Paxareiras, Punta Raeiros, Punta Corbeiro, la isla de la capilla de A Lanzada y el islote Colmado.

La batería militar de Puerto Cuaces condiciona el empleo de drones

Aunque parece necesitar más personal de vigilancia, la cofradía de pescadores San Martiño es una de las que mejor se han preparado en los últimos años para la lucha contra el furtivismo y la pesca ilegal, que en su caso castigaba tanto a los bancos marisqueros como a la explotación del erizo de mar, el percebe y especies «insignia» en este puerto como el centollo.

Una de las acciones afrontadas fue la incorporación de drones para supervisar las zonas de producción de percebe, tratando con ello de ayudar a los mariscadores y buzos en la planificación de sus campañas extractivas.

Esos mismos drones sirven para luchar contra el furtivismo y vigilar a quienes se encargan de la recolección de mejilla en las mismas rocas en las que crece el percebe.

De hecho los drones se están empleando desde hace un tiempo, si bien es cierto que con ciertas limitaciones, ya que por cuestiones obvias no pueden sobrevolar el espacio que ocupa la batería militar de Puerto Cuaces, en San Vicente de O Grove.

Precisamente Gardacostas de Galicia acaba de intervenir en la costa atlántica de San Vicente de O Grove, a la altura de la conocida batería militar de puerto Cuaces, para incautarse de una embarcación empleada en la recogida de mejilla.

Detectada también por los guardapescas de la cofradía de pescadores mancomunada de San Martiño, esa embarcación no fue intervenida por recolectar mejilla ni por hacerlo en una zona prohibida, sino porque, en realidad, es como si esa lancha no existiera, ya que, si bien está asignada un barco auxiliar de acuicultura arousano, carece de papeles y, por tanto, es ilegal.

Aún teniendo nombre y folios rotulados en la borda, esa nave no está autorizada para navegar, de ahí que Gardacostas de Galicia decidiera tramitar la correspondiente denuncia y subir la lancha a bordo de la patrullera «Ría de Vigo», siendo trasladada al puerto de Vilagarcía para, una vez allí, desembarcarla, subirla a un camión y trasladarla a un depósito situado en Santiago de Compostela.

La patrullera de Gardacostas amarrada en O Ramal, ayer.

La patrullera de Gardacostas amarrada en O Ramal, ayer. / M. Méndez

Esta lancha se suma a las dos incautadas por Gardacostas el mes pasado y a las dos intervenidas en enero, siendo la recuperación de este tipo de naves ilegales uno de los elementos más representativos del intenso trabajo realizado por el servicio adscrito a la Consellería do Mar durante el primer trimestre del año.

Periodo en el que, como se explicaba hace días en FARO DE VIGO, fueron intervenidas en toda la comunidad 4.245 artes, bienes o medios, entre ellos un vehículo, casi 2.300 nasas y 630 redes de enmalle.

Eso sin olvidar la incautación de 3.653 kilos de producto, entre el que destacaban 1.232 kilos de cefalópodos, 859 de crustáceos y 662 de bivalvos.

Mercado negro

Entre esta última familia había 360 kilos de mejilla, y ya se dijo entonces en este diario que quedaba al descubierto la existencia de un mercado negro especializado en esa semilla de mejillón.

En el mismo puede integrarse la incautación de la planeadora localizada en la costa de O Grove, donde también la cofradía de pescadores dice haber detectado «un aumento considerable de bateeiros» recolectando semilla.

Tanto es así que en las últimas semanas los vigilantes del pósito y los efectivos de Gardacostas levantaron numerosas actas de presunta infracción, sobre todo durante «algunas jornadas en las que hemos presenciado una auténtica invasión de mejilloneros, en algunos casos trabajando en zonas donde está prohibido raspar las piedras porque son exclusivas de percebe».

Un trabajo sin descanso, por tierra mar y aire

En las últimas semanas Gardacostas de Galicia realizó inspecciones en puertos, playas y lonjas, incautándose de una buena cantidad de útiles y producto.

Destacó la intervención de 130 kilos de almeja trasladada ilegalmente desde Boiro, para ser sembrada en parques de cultivo de Carril, y la localización en la zona portuaria de O Xufre (A Illa) de 116 kilos de centollo dentro de una gran jaula.

La intervención de la planeadora.

La intervención de la planeadora. / M. Méndez

A esa labor desplegada desde tierra firme se sumaron los operativos llevados a cabo en el mar, como los protagonizados por los funcionarios de Gardacostas adscritos a las bases operativas de Vilagarcía y Ribeira.

Sin olvidar el intenso trabajo contra la pesca ilegal y el furtivismo que se lleva a cabo desde el aire, en este caso con un protagonismo absoluto para el helicóptero «Pesca 1».

Una lucha casi sin descanso que se mantiene a diario –tanto de día como de noche– y sirve para reducir los efectos de la lacra del furtivismo y la pesca ilegal.

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