Impermeabilizar la red de alcantarillado, una solución a los vertidos de Cabanelas
La Mancomunidade detecta un aporte de agua excesivo en zonas inundables durante la auditoría que está realizando | Las últimas analíticas en la zona son favorables

Estado del riachuelo de Cabanelas que desemboca en el Umia el pasado mes de febrero. | Noé Parga
A. G.
El fiasco de la remodelación del colector de Cabanelas, en el que se invirtió un millón de euros para acabar con los vertidos, ha provocado que la Mancomunidade esté buscando alternativas que acaben de una vez por todas con los vertidos que provoca la propia red de alcantarillado al río Umia. Para ello se ha puesto en marcha un plan de dos fases consistente en realizar una auditoría de la red, que se encuentra en marcha, y aplicar una serie de actuaciones que ayuden a paliar el vertido.
Los técnicos de la Mancomunidade se encuentran en la primera fase, realizando una auditoría sobre la red en la que han detectado cuatro puntos en los que se registra una entrada masiva de agua. Dos de ellas tienen un carácter preocupante y se registran en zonas inundables. Uno de esos puntos es una finca inmensa que se encontraba llena de maleza, ocultando que un pequeño riachuelo filtraba gran parte de sus aguas a la red. También se han encontrado evidencias de que existen conexiones de pluviales y aguas de jardín que estarían canalizadas hacia la red de alcantarillado lo que, en época de lluvia, acaba provocando que el aliviadero de Cabanelas rebose y arroje todo su contenido al río Umia. «Todavía nos queda una parte importante de la red por auditar, ya que se trata de una instalación muy amplia, pero ya hemos realizado labores para evitar que esa aportación inesperada de caudal en zonas inundables próximas al Umia acabe accediendo al interior de las tuberías», explicaba ayer el gerente comarcal Ramón Guinarte.
La segunda fase será la de buscar una solución a este problema y eso pasa por impermeabilizar el interior de la red instalando una especie de funda que impida la entrada de filtraciones, especialmente en aquellas zonas en las que se ha demostrado que existen problemas cada vez que la lluvia o el propio río las inundan.
Además de esta actuación, alcaldes como el de Cambados, Samuel lago, llevan mucho tiempo advirtiendo de que el problema de Cabanelas se encuentra en que la red de alcantarillado. Río arriba no tiene separadas las pluviales de las residuales, una situación que provoca que las aportaciones de agua sean superiores a las esperadas y se colapse no solo el pozo de bombeo de Cabanelas, en el que Augas de Galicia se gastó un millón de euros sin éxito, sino también la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR), situada casi un kilómetro río abajo. «Mientras los concellos que están río arriba del bombeo de Cabanelas no inviertan dinero en separar la red de pluviales y fecales, es muy probable que el problema continúe repitiéndose en el futuro», ha afirmado en más de una ocasión Lago.
Mejora en las analíticas a las empresas
Desde que se detectó el nuevo vertido en Cabanelas, la Oficina de Control de Vertidos de la Mancomunidade se han venido recogiendo muestras para realizar varias analíticas en las empresas de la zona, unas analíticas que han dejado datos de mejora muy importante en la calidad del agua que vierten a la red de alcantarillado en comparación con lo que se encontraron tras la aparición del vertido.Guinarte reconoce que todavía queda algún caso puntual en el que se deben tomar medidas, «pero en términos generales, casi todas las empresas están dentro de los parámetros que marca la normativa vigente para vertidos al saneamiento». Estos análisis también están siendo supervisados por Augas de Galicia, que debería ser el ente sancionador en caso de que se detecten datos anómalos.Los vertidos de Cabanelas, provocados por un exceso de agua en la red, siempre han servido para detectar que hay empresas que no cumplen las normas de depuración de sus aguas residuales antes de verterlas a la red. Por Cabanelas tienen salida al río Umia restos de grasas, aceites y otro tipo de productos contaminantes sin que las administraciones hayan sido capaces de acabar con el problema pese a la inversión de casi un millón de euros hace menos de un año, una inversión consistente en ampliar el pozo de bombeo y en conectar Cabanelas directamente con la EDAR.
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