Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casu 200 metros de altitud, un precioso templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del norte de Portugal y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic.
Donde Galicia y Portugal se besanse puede disfrutar de varios balcones espectaculares hacia la muerte del Miño. Pero solo 60 kilómetros al sur, a menos de una hora de la frontera, la protectora de los ojos, Santa Lucía, regala lo que protege: una vista única.
Santa Luzia, el mirador de Portugal que regala lo que protege
Shutterstock
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