Un cole como cualquier otro, pero la enseñanza es personalizada porque estamos en una escuela unitaria. Aquí conviven alumnos de tres edades distintas. "La atención es más individualizada. Y puedes llegar de una forma más personal a cada niño, sin tener esa gran presión. Es como más familiar", asegura Fátima Martínez, profesora de inglés. Y ahora están en un momento difícil. Cuatro de ellos pasan a Primaria el curso que viene y si no consiguen dos alumnos más, cerrarán. En esta aula, los pequeños aprenden de los mayores. Y lo hacen en un entorno natural, en una aldea de Pontevedra alejada de la gran ciudad. Un ambiente enriquecedor que da vida al pueblo. Una pequeña familia que lucha para que la puerta de esta escuela unitaria no se cierre nunca.