Bajos comerciales cerrados y muchos a punto de bajar la persiana en cuanto sus dueños se jubilen jalonan las calles de los concellos gallegos, negocios víctimas de la concentración de la población en las grandes ciudades y de las compras en los centros comerciales y grandes superficies, además de la competencia de gigantes comerciales tecnológicos como Amazon o Aliexpres.
La Xunta aspira a combatir ese fenómeno y contribuir a la mejora del comercio local con 320 millones de euros durante el próximo lustro en un plan con el que «modernizar, visibilizar y mejorar la competitividad del pequeño comercio».