Siete de cada diez coches eléctricos circulan con baterías chinas. La industria europea del automóvil depende del gigante asiático. El plan de choque de Bruselas pretende que en 2030 más de la mitad de los componentes del ciclo de producción sean europeos. Para dar aire al sector, se rebajan los compromisos medioambientales: tres años en vez de uno para cumplir así con la reducción de emisiones. inversión de 50.000 millones para la movilidad sostenible y tecnología limpia. También anuncia ayudas comunes en toda la Unión para la compra de vehículos eléctricos. Otro de los grandes problemas es la falta de puntos de recarga. Europa destinará 570 millones de euros en los próximos dos años para agilizar su implantación.