Sonia Iglesias, de 37 años, desapareció en pleno casco urbano de Pontevedra la mañana del 18 de agosto de 2010. La investigación señaló a su pareja, Julio Araújo, que estuvo imputado. Su cartera, hallada ese mismo día cerca del poblado de O Vao, es uno de los pocos rastros que la víctima dejó tras de sí.