Galerías históricas

Niños, animales... ¿qué puede salir mal? Los arriesgados belenes vivientes de las navidades pasadas

Décadas atrás, parroquias, colegios, asociaciones, concellos… organizaban nacimientos en los que los más pequeños, algunos de muy corta edad -incluso bebés-, y burros y vacas eran los protagonistas

Aún perviven magníficos ejemplos, que suman años de tradición, pero lo cierto es que los belenes vivientes se han ido perdiendo. Décadas atrás, parroquias, colegios, asociaciones, concellos… organizaban nacimientos en los que los niños, algunos de muy corta edad -incluso bebés-, y animales eran los grandes protagonistas. Escenografías efímeras y cargadas de riesgos, que constituían uno de los principales eventos de la navidad en muchos lugares.

Uno de los contados supervivientes lo encontrábamos en Arbo, donde la Asociación Cultural Os Muiños de Cabeiras organizaba desde 1983 un belén viviente que presumía de ser «el más antiguo de Galicia y el segundo de España» y «el único en el que la misa se celebra dentro del mismo». Sin embargo, este pasó a la historia recientemente.

Otro es el que, desde 1987, aún celebra el lugar de Dacón, en el concello de Maside. En él participan cerca de un centenar de vecinos de todas las edades.

Bebés, niños, burros, vacas, ovejas... ¿Qué podría salir mal? Bien conocida es la reticencia del director inglés Alfred Hitchcock a rodar películas con niños y animales. ¿Por qué? Por lo impredecible de sus comportamientos, que sumaban imprevistos a los ya de por sí complicados rodajes.

Esto, sin embargo, no amendrentaba a los organizadores de belenes vivientes de antaño, que no escatimaban en realismo ni en riesgos.

Repasamos aquellos nacimientos que causarían un soponcio al laureado director de cine.

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