El Frigoríficos mira a los ojos al campeón

Orgullo, satisfacción, pero increíblemente también un cierto punto de amargura. Son los sentimientos que afloran en el Frigoríficos del Morrazo tras el espectacular partido que firmó ante el Fútbol Club Barcelona, al que compitió durante prácticamente 54 minutos antes de sucumbir en una recta final en la que los de Antonio Carlos Ortega maquillaron un marcador a todas luces injusto por lo abultado del mismo (30-36).

Lo cierto es que, más allá de las ausencias en los blaugrana, el Cangas ha demostrado este año –tanto el domingo en casa como en el duelo de la primera vuelta en el Palau– su capacidad para mirar a los ojos al todopoderoso campeón de Europa y de la Liga Asobal Plenitude y convertirlo por momentos en un equipo terrenal. Estas han sido algunas de las claves de los de O Morrazo.

Mentalidad competitiva

No es Nacho Moyano un entrenador al que le guste eliminar duelos de la ecuación para focalizarse en otros. Lo demostró la pasada temporada en Copa ante el Ademar –ganar suponía clasificarse para una fase final que se disputaba días antes de la promoción de descenso con el Burgos– y lo ha hecho con el mejor equipo del mundo. En Barcelona el Cangas jugó sin complejos, de tú a tú, disfrutando. Y en O Gatañal repitió el guion. Sin Krivokapic y ni Río podría parecer que los morracenses creerían menos en sus opciones, pero no fue así.

Ritmo alto de juego

El éxito pasa por no renunciar a los principios, a tu filosofía. Y la del Frigoríficos del Morrazo es bastante clara, con una base defensiva, pero con un balonmano rápido, de transiciones veloces, intenso, con alegría ofensiva. Apuntaba con acierto el técnico del Cangas que lo tradicional era jugar ante el Barça de forma lenta, tratando de sacarles de su zona de confort, y esperando agotar los minutos. Su equipo ha hecho todo lo contrario esta temporada, como indica el marcador de la primera vuelta (45-38), y el brutal número de posesiones (78 los locales, 80 los gallegos). El domingo los cangueses tuvieron 60 posesiones por las 64 de su rival para acabar con un 30-36. A tenor de los resultados y las sensaciones, no parece una mala decisión.

El Cangas le echa un pulso al Barça

Equilibrar las porterías

Las armas del Barcelona son infinitas, pero si hay una con especial incidencia es la portería. Contar con dos porteros del nivel de Gonzalo Pérez y de Emil Nielsen desequilibra cualquier balanza. Todo lo que sea igualar números te permite entrar en partido. En Barcelona Jorge Pérez y Javi Fernández hicieron 16 intervenciones por las 17 de Gonzalo. Este domingo los jóvenes del Cangas sumaron 13, las mismas que Filip Saric en el bando contrario. Tablas pues en una posición clave.

Exprimir el contragolpe

De nuevo la velocidad como elemento clave. El Cangas anotó cuatro contragolpes en la primera vuelta, el domingo cinco sin fallo. Explorar la vía de las transiciones es fundamental en el balonmano moderno para impedir que las defensas contrarias se organicen y lograr goles fáciles. Pues más importante aún será ante un conjunto de los kilos y centímetros de los blaugrana.

Disfrutar

Podría parecer una razón bastante pueril, pero nada más lejos de la realidad. Los choques ante el Barcelona suelen hacer coincidir sentimientos encontrados. De una parte la ilusión de los jóvenes –el Cangas suele dar minutos a sus canteranos en estos encuentros– y de otra la resignación de los veteranos, conscientes de que jugar ante los blaugrana es lo más similar a una visita al dentista. El Frigoríficos ha conseguido cambiar ese planteamiento este año, con una plantilla que ha competido y a la que se le veía disfrutar sobre la pista, más allá de sus aciertos y errores.