El Consejo Superior de Deportes se moja -literalmente- por mantener a Vigo en la carrera para estar presente en el Mundial de fútbol de 2030. El presidente del organismo, José Manuel Rodríguez Uribes, visitó este miércoles el estadio de Balaídos para refrendar su apoyo a un recinto «maravilloso» y con una «potencialidad máxima» cuando esté acabado. El máximo responsable del CSD acudía junto al alcalde de la ciudad, Abel Caballero, al que le reiteró su compromiso de que continuará en la pugna pese a haber sido excluida inicialmente por la RFEF.