En su primera entrevista con FARO tras ser nombrado conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño revelaba que no había tocado nada en el despacho de su predecesor, Julio García Comesaña. Solo había incorporado un regalo de un amigo: un retrato del cantante y compositor David Bowie haciendo el gesto de pedir silencio. Era la manera que ese colega había encontrado para aconsejarle al nuevo máximo responsable de la sanidad gallega que en política conviene la prudencia delante de los micrófonos.

No parece que Gómez Caamaño esté siendo muy estricto con la recomendación. La semana pasada tuvieron gran impacto sus palabras durante una conferencia en Vigo: «¿Que la gente mayor no sabe de tecnología? Y una mierda, con perdón. La gente mayor maneja la app del Sergas que te cagas». Él se disculpó; su jefe, Alfonso Rueda, le dio un toque en tono comprensivo, y parecía que todo había quedado en un error de principiante.