El rey Felipe VI reapareció ayer con el rostro visiblemente quemado por el sol en un acto en el que, antes de comenzar su discurso, pidió disculpas a los presentes por su aspecto: «Esto es lo que ocurre cuando uno no se protege adecuadamente», dijo sonriente señalando la parte inferior de su rostro con ambas manos. Estas palabras, en su discurso de inauguración de la quinta edición de «Wake Up, Spain!», fueron seguidas por las risas de los asistentes al foro organizado por el periódico «El Español», Invertia y Disruptores en la madrileña Casa América. El rey estuvo esquiando este fin de semana en el Pirineo aragonés, en la estación de Formigal, en una jornada con mucho sol, lo que le provocó unas muy quemaduras en la parte inferior del rostro, en las zona no protegida por gafas o gorro.