La parroquia de San José está inmersa en un singular proyecto que ha unido la fe con el arte en tiempos modernos. Se trata de la iniciativa «Evangeliz/arte» en la que participan cinco alumnos de la Facultad de Bellas Artes. Son Javier Moya Sánchez, Nicolás Gómes Rodríguez, Xulia García Pintos, Andrés Meana Téllez y Vera Losada Castro; quienes, a través de la pintura, han interpretado el Evangelio de cada uno de los domingos de Cuaresma. Un proyecto que recoge el testigo de tantos genios consagrados en la representación de escenas la Biblia y la vida de Jesús, al estilo de El Greco. Y que tiene por protagonistas a algunos de los estudiantes más jóvenes de la ciudad. La última en mostrar su obra ha sido Vera, alumna de segundo de Bellas Artes. Se ha encargado de la lectura del Evangelio del segundo domingo de Cuaresma (16 de marzo). «Mi cuadro trata del Evangelio según San Lucas donde Jesús se encuentra en la montaña acompañado. Decidí retratar el momento en el que Jesús se ve envuelto en una niebla espesa y la voz del Padre dice: ‘Este es mi hijo, el elegido, escuchadlo’. Quería retratar la potencia ya no solo de la voz del Padre, sino el impacto que tiene en Jesús. La convertí en un ambiente denso, oscuro, complejo, que incluso deforma un poco la figura del protagonista del cuadro. El cuadro refleja el momento trascendental de la transfiguración de Jesús, mostrando tanto la intensidad de la voz divina como la serenidad y fortaleza de Jesús frente a ella. La niebla espesa simboliza la complejidad y el misterio de momento, mientras la figura de Jesús, radiante y firme, se erige como una fuente de luz, iluminando su entorno y mostrando su resistencia ante la oscuridad. La decisión de representar a Jesús como una fuente de luz en lugar de, simplemente, envuelto en ella, subraya su naturaleza divina y su capacidad para trascender la adversidad. Resaltando su rol como hijo elegido que debe ser escuchado», explica Vera. Ella es la segunda del equipo en presentar su obra ante los feligreses de San José. Estará durante toda la semana expuesta en el altar hasta el domingo, cuando otro compañero exponga la suya, correspondiente con el vangelio del tercer domingo de Cuaresma. Antes expuso la suya Andrés, promotor de la iniciativa junto al párroco de San José, Casimiro Fernández. El suyo es la interpretación de otra lectura según San Lucas: Jesús tentado en el desierto. «Me gustaría que la pintura sea observada como un todo en su conjunto. Es Jesús en el desierto con unas flores a su espalda. Cuando se fije la gente en su cara quiero que más que pensar en el color de su piel, lo cual entendería (verdoso), la gente vea cómo está recogido sobre sí mismo, pero mirando y clamando al cielo con el cuello desprotegido. En definitiva, mostrando su lado más vulnerable. Es un Jesús humano, el hijo que clama a su padre pero que tiene fe. Habiendo analizado la figura de Jesús quiero continuar y terminar con las flores. Signo de que el desierto puede florecer. Que ese tiempo que Jesús pasó allí dará sus frutos. Es por esto que la pintura es todo. Dios fuente de vida verdadera», relata el líder de este equipo de jóvenes artistas, compañeros y amigos que han aceptado el reto planteado por don Casimiro. Con él, la parroquia de San José retoma una iniciativa creada hace seis años pero que tras dos quedó paralizada. «Ha sido una experiencia positiva que nos gustaría repetir todos los años. Los alumnos han mostrado mucho interés y compromiso. El año que viene intentaremos que tengan más tiempo para preparar sus obras. Y la gente se ha llevado muy buena impresión al ver cómo la gente joven percibe el Evangelio», relata contento el párroco. Como es tradición cada año, la imagen de San José será sacada en procesión tras la misa solemne que se celebrará en la parroquia de Campolongo que lleva su nombre. Será este domingo día 23 de marzo, cuando la talla será paseada por las inmediaciones de la iglesia en conmemoración a la festividad del día del padre, dedicado a San José (19 de marzo). Así lo confirmó ayer el párroco del templo, Casimiro Fernández. Este octubre el templo cumplirá ya 42 años. El año es el primero desde que el templo fuera rehabilitado, ya que fue sometido a una obras de mejora para acabar con las humedades, renovar el tejado y acondicionar el columbario, además de una mano de pintura.