Jácome anuncia que trasladará a los comerciantes a la Plaza de Abastos en los próximos meses

Acusa a la Xunta de «dilatar» el cambio de ubicación | El gobierno autonómico señala que el concello «aboca a la parálisis completa»

La reformada plaza de abastos.

La reformada plaza de abastos. / Iñaki Osorio

L.G

Ourense

El regidor municipal de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, hizo saber que el concello «no dilatará más el traslado de la mercantil que regenta la concesión de la Plaza de Abastos de la Alameda», y que en los próximos días «se le notificará a la mercantil de la plaza que proceda a lo necesario para el traslado al edificio reformado, que ya está totalmente recepcionado».

Jácome realizó este anuncio mediante un comunicado en el que, de nuevo, apunta a la Xunta de Galicia, a la que acusa de los retrasos en el traslado de los comerciantes. «Lamentamos haber confiado en el conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, José González, y en su equipo, que en los últimos meses nos enredaron con negociaciones a tres bandas que solo pretendían complicar y dilatar el traslado», recoge el escrito.

Así pues, los placeros dispondrán, explicó el alcalde, «de unos meses para trasladarse y liberar así las instalaciones actuales en el parque de la Alameda». Advierte, además, que el consistorio no será responsable de los gastos de la relocalización, y que, «el reloj de la concesión volverá a contar cuándo se reinstalen en el edificio, ya que actualmente está parado, y volverán a estar obligados a pagar alquiler mensual, ya que actualmente la mercantil de la plaza paga 0 euros de canon».

Para Jácome «resulta curioso» que «se les suspendiera el alquiler y el plazo del contrato para compensar, cuando realmente poco hay que compensar porque es lo contrario: en el parque de la Alameda incrementaron ventas». Por ello, el regidor opina que la mercantil «no quiere volver al edificio de la Plaza por tres motivos: porque no pagan alquiler, porque la fecha de la caducidad de la concesión está parada y porque comercialmente venden más al estar en un parque del centro, a pie de acera y parada de autobús y con ascensor de entrada y salida de aparcamiento».

Indica a mayores que el Concello ya tenía tomada esta decisión hace tiempo. «Sin embargo, la Xunta la retrasó tras emplazar a mantener unas negociaciones para tratar de consensuar soluciones con la concesionaria que gestiona la plaza». Estas negociaciones, añade el regidor, «resultaron un engaño y solo sirvieron para perder un año de tiempo, dado que al final la otra parte no cedió ni un centímetro».

Un «errático giro»

La versión de la Xunta de Galicia, y en concreto la de la Consellería de Emprego e Comercio es diferente. Para esta parte, las nuevas declaraciones del regidor municipal son «un nuevo giro dentro del errático posicionamiento en todo lo referido al futuro de la Plaza» de Abastos.

Desde la consellería consideran que el alcalde «está anteponiendo los enfrentamientos personales ante los intereses colectivos» . Aseveran que «después de la enésima salida de tono», cuando anunció la rotura unilateral del protocolo de colaboración, «el Gobierno gallego siguió en la mesa de negociación para tratar de colaborar con alguien que parece más interesado en buscar obstáculos e inventar enemigos que en buscar soluciones».

En este escenario, dicen desde la Xunta que se ofrecieron a «aumentar de una manera sustancial» su aportación para las necesarias obras de adecuación, siempre que el resto fuera cofinanciado por concello y placeros —tal y como quedaba recogido en el protocolo de noviembre—. «No pedimos más esfuerzo al concello, al contrario, rebajamos su aportación para poder acelerar los plazos, estábamos dispuestos también a asumir la licitación de la ejecución de la obra. La respuesta del alcalde fue la de siempre: rotura de negociaciones y comunicado», recriminan desde el Ejecutivo autonómico, desde donde dicen desconocer «a qué se refiere el regidor cuando define estas negociaciones como ‘un engaño’ o un ‘retraso’».

«La realidad es que el gobierno de Jácome no fue capaz en más de cinco años de acordar un plan funcional con sus propios concesionarios; perdió una subvención estatal por sus propios retrasos en la ejecución de la reforma y aceptó cambios que alteraron sustancialmente el proyecto original; a lo largo de toda la negociación con la Xunta solo acercó obstáculos y, después de romper el protocolo, parece dispuesto a renunciar también, por su cuenta, a toda colaboración con la Xunta», censuran.

Situación «anómala»

Niegan que sean responsables de «dilatar» el traslado y para ello recuerdan «la apuesta en toda Galicia por las plazas de abastos».

En este sentido, afirman mantener el compromiso de mediar entre el concello y los concesionarios «teniendo en cuenta la situación anómala» de la plaza ourensana y «buscando garantizar el traslado de los comerciantes al mercado y el desbloqueo de la Alameda con todas las garantías para usuarios, placeros y el propio comercio local ourensano».

Para la Xunta, «es el actual gobierno municipal el único responsable de esta situación». Piden «rigor y planificación» y concluyen que «lamentablemente lo del Concello de Ourense, más allá de amenazas, es una irresponsable hoja de ruta que parece abocar, ahora sí, a la parálisis completa».

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