Deportaciones

Venezuela acusa a EEUU de "engañar" a los migrantes deportados y enviarlos a "campos de concentración" en El Salvador

Caracas denuncia que Bukele cobra por cada venezolano enviado a una prisión de máxima seguridad a pesar de que en su mayoría no tienen antecedentes penales

Protesta de familiares de venezolanos deportados a El Salvador, en Caracas.

Protesta de familiares de venezolanos deportados a El Salvador, en Caracas. / ARIANA CUBILLOS / AP

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Buenos Aires

Nicolás Maduro ha encontrado en los 238 venezolanos que Estados Unidos deportó a El Salvador y fueron encerrados en su Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la posibilidad de motorizar una causa nacional. El presidente recibió en el Palacio de Miraflores a familiares de esos deportados en condiciones humillantes y bajo la presunción, no comprobada en muchos casos, de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua. Maduro se abrazó con madres y padres de aquellos que no estaban vinculados a actos violentos en territorio norteamericano ni en Venezuela: eran, remarcó el Gobierno, simples migrantes, algunos de ellos objeto de sospecha por exhibir un tatuaje. "Que Nayib Bukele no sea cómplice de este secuestro, porque nuestros muchachos no cometieron ningún delito en Estados Unidos. No los llevaron a ningún juicio, no les dieron derecho a la defensa, derecho al debido proceso, fueron engañados, esposados, montados en un avión y enviados a un campo de concentración", dijo. Pero además remarcó que no es solo su Administración la que reclama que sean liberados del tenebroso Cecot sino "los venezolanos" en su conjunto.

Los nombres de los 238 deportados salieron a la luz a partir de la revelación de CBS News. La prensa oficial y opositora de Venezuela no se demoraron en divulgarlos. Maduro escuchó las denuncias de los familiares y se mostró ante la población como un presidente compasivo frente a los que sufren. Jorge Rodríguez, la principal autoridad parlamentaria y tradicional negociador con la diplomacia de Estados Unidos en nombre del Gobierno, prometió frente a su jefe mover "cielo y tierra" para que los venezolanos enviados a la cárcel de máxima seguridad salvadoreña vuelvan a su país. "Van a ser rescatados por la fuerza de la verdad, por la fuerza de Dios y por la fuerza del pueblo de Venezuela". Durante la reunión en la sede del Ejecutivo, Rodríguez se desempeñó como una suerte de maestro de ceremonias y fue presentando ante Maduro cada caso particular. "Es importante que el pueblo escuche de viva voz de los familiares de nuestros hermanos y hermanas secuestradas".

La Administración de Donald Trump, añadió el jefe parlamentario, "engañó a los migrantes que esperaban un vuelo para ser repatriados, enviándolos a campos de concentración en El Salvador". Se preguntó a su vez cómo era posible que Bukele "acepte y permita y, además, cobre dinero" por llevar al Cecot "a unos muchachos que no han cometido absolutamente ningún delito ni en El Salvador, ni en los EEUU, ni en la República Bolivariana de Venezuela". El madurismo, remarcó, no va a "descansar" hasta lograr su rescate. "¡Esta patria los espera con los brazos abiertos! Vamos a hablar con quién tengamos que hablar. Vamos a hacer lo que tengamos que hacer". El Gobierno prometió contactarse con "los mejores bufetes en materia de migración" en EEUU para que representen al país y a "todos y cada uno de los migrantes".

El Tren de Aragua

El ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, remarcó que "la gran mayoría" de los deportados "no tiene nada que ver con el Tren de Aragua". La banda surgió alrededor de 2010 en ese estado y se hizo fuerte en las cárceles venezolanas. Parte de sus integrantes abandonaron el país cuando comenzó el éxodo causado por el conflicto interno y llegaron a Chile, Colombia, Perú, Bolivia México y Estados Unidos. En algunos de esos países pasaron a constituirse en un problema de seguridad.

En momentos que la ONU cuestiona la represión estatal tras los comicios del 28 de julio, así como otras detenciones arbitrarias, y cinco opositores permanecen hace un año en la embajada argentina en Caracas sin poder salir, el Palacio de Miraflores ha creído encontrar en el caso de los 238 deportados a El Salvador una posibilidad de centralizar los reclamos y, además, retomar la disputa con sus adversarios. Cabello, aseguró que el Tren de Aragua está siendo utilizado desde Estados Unidos, "con apoyo de la derecha venezolana, como una narrativa para poder atacar nuestro gentilicio". Bajo estas circunstancias "es humanamente imposible no solidarizarse con los hermanos que está viviendo esta situación y sus familiares. No hay forma de estar en el medio, en este acaso se está en contra o a favor, a esos hermanos hay que defenderlo de manera frontal". Cabello sostuvo a su vez que Bukele cobra "2.000 dólares por cada venezolano" enviado al Cecot. Se trata de "un negocio con seres humanos" frente al cual " el mundo no dice nada".

La deportación también supone una controversia más para Trump. El presidente ignoró una orden judicial para detener los vuelos que había sido emitida 75 minutos antes de que el primer vuelo aterrizara en San Salvador. Bukele, señaló la publicación digital 'El Faro', se burló la acción del tribunal con la frase "muy tarde".

El caso de los 238 deportados al país centroamericano se conoce cuando Washington y Caracas decidieron reanudar los vuelos de deportaciones. Rodríguez dijo al respecto que en Venezuela está "absolutamente todo dispuesto" para poner en práctica lo conversado al más alto nivel la semana pasada. A pesar de lo pactado, el Departamento de Estado está "bloqueando" e "impidiendo" esas operaciones de repatriación. Cabello recibió a este jueves a 311 migrantes venezolanos que llegaron en vuelo de la aerolínea estatal Conviasa desde México. Entre ellos había 21 niños que estaban solos en el avión.

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