Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han desarrollado un pájaro-robot que es capaz no solo de volar, sino también de andar y saltar, tal y como hacen sus homólogos de carne y hueso. Se trata de un dron que va mucho más allá de este concepto, pues es capaz de imitar con gran detalle los movimientos de las aves, tanto en el aire como en tierra firme, lo que abre un gran abanico de posibilidades para su aprovechamiento en diferentes campos. El pájaro-robot se llama RAVEN y dispone de articulaciones en lo que sería la cadera del artefacto y en sus tobillos. Aunque las aves reales disponen de muchas más articulaciones que esas, RAVEN es capaz de ejecutar una gran variedad de movimientos hasta ahora impensables en un dron. El invento está pensado para actuar, por ejemplo, en situaciones de catástrofes. “Si imaginamos zonas muy caóticas y desordenadas, al pensar en desplegar allí un robot, creo que un pájaro es el mejor animal para actuar”, afirmó el autor principal del proyecto, Won Dong Shin, investigador de la EPFL. Shin, que admitió haberse inspirado en los cuervos para efectuar su diseño, considera que una versión ampliada de este ingenio podría ser usada en misiones de rescate, pero también para el reparto de paquetería en lugares remotos. “Podemos utilizar un dron de ala fija para llegar a la zona objetivo y después hacer que el robot aterrice en el suelo y, desde allí, pueda caminar o saltar hacia su destino final”, afirmó. “Cuando llegue el momento de regresar a la base o desplazarse a otro destino, simplemente tiene que saltar y despegar”, tal y como hacen los pájaros reales. Los investigadores que han participado en el proyecto están pensando ahora cómo hacer para que sus alas sean plegables, de modo que se parecerá aún más a las aves y mejorará sus prestaciones. "Las alas plegables serán muy útiles en misiones de búsqueda y rescate, porque el robot tendrá que pasar por algunos pasadizos estrechos y, si puede plegar las alas como un pájaro, podrá acceder a más zonas o lugares", explica Shin. Además, una serie de sensores adicionales también le ayudarán a aterrizar de forma autónoma y más segura. El estudio con la descripción de 'RAVEN' se publicó a finales del año pasado en la revista científica 'Nature'.