Idéntica a una rata pero con casi 5 kilos. Así era el ejemplar que encontraron en su finca unos vecinos de Cabral hace algunas semanas. Lo vieron tras clavar una horca en una zona de huerta y llevarse por delante al animal. Tras analizar la imagen a la que tuvo acceso este periódico y consultar con el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) se pudo esclarecer que se trata de un coipú o una rata nutria, una especie invasora de origen sudamericano que llegó a Europa a principios del siglo pasado. Se criaba en granjas peleteras sobre todo en el sur de Francia. Sin embargo, al ser liberadas ganaron terreno y cruzaron la frontera a España, donde ya son una plaga en determinadas regiones de Cataluña o Euskadi. Según Serafín Alonso, de la SGHN, su hábitat es acuático, por lo que pudo acceder a Cabral desde el Lagares. «Había algunos datos de apariciones en Cantabria. No sé si en este caso alguien la trajo o la tenía de mascota y la soltó. En cualquier caso, no es una buena noticia porque es una especie que se establece, se naturaliza y puede ser invasora», explica. Es herbívora, pero compite con otros ejemplares a la hora de alimentarse. En las provincias españolas colindantes al sur de Francia la Administración trató de reducir las poblaciones, pero este febrero ya se encontraron cerca de áreas metropolitanas. El animal daña las cosechas y tiene un gran ritmo reproductivo, haciendo más complejo frenar su avance.