Prohibido pero accesible, céntrico y gratis: el nuevo parking de los conductores desesperados

Coches aparcados de noche en los muelles de Beiramar

Coches aparcados de noche en los muelles de Beiramar / Fdv

A. O.

“Yo ya ni me planteo ir a Vigo a ver las luces”. Este es uno de los comentarios generalizados en redes sociales a las informaciones sobre los atascos generados estos días por el aluvión de visitantes al alumbrado de Navidad más famoso de España. Un colapso agravado por la coincidencia de festivos en regiones como Madrid o incluso en Portugal, de donde proceden la mayoría de los turistas y no solo por estas fechas, sino a lo largo de todo el año. Para quienes lo han padecido, un auténtico calvario que por pura desesperación les ha llevado a protagonizar situaciones inéditas en Vigo: desde aparcar en pleno túnel de Beiramar a reventar la barrera del estacionamiento de Vialia hartos del embudo.

Otros conductores, en cambio, han podido comprobar que no hace falta exponerse a sanciones ni dañar las instalaciones de un subterráneo o de un centro comercial. Han descubierto una zona de aparcamiento de capacidad casi ilimitada, cerca del centro y lo que es mejor, gratis. Lo de menos es que esté prohibida. El control policial escasea, sobre todo de noche.

La hilera de coches, ajenos a la actividad portuaria, estacionados de noche dentro de los muelles

La hilera de coches, ajenos a la actividad portuaria, estacionados de noche dentro de los muelles / FdV

Todo el frente ribereño comprendido desde los muelles de Beiramar hasta O Berbés funciona desde hace días como un gigantesco estacionamiento público. De nada sirven los carteles indicando que solo se permite el acceso a vehículos vinculados a la actividad portuaria, desde tripulantes de los barcos atracados a trabajadores de los talleres de reparación o de aprovisionamiento de buques.

Falta de control policial

Hasta las 22.30 horas el portalón que cierra la entrada del recinto desde Orillamar permanece abierto de modo que desde Beiramar el conductor entra allí sin ningún impedimento. “La Policía Portuaria no da abasto. Solo hay siete policías de servicio cuando tiene que haber 10”, apunta uno de los agentes. Solo siete agentes portuarios para controlar todos los muelles, que van desde Bouzas hasta Guixar. Aprovechando esta falta de control, por ejemplo este lunes y martes pasados, cuando muchos conductores sufrían atrapados en atascos kilométricos hacía rato que otros muchos habían dejado el coche a pie de muelle y ya andaban disfrutando del ambiente de las luces por Policarpo Sanz o Praza de Compostela.

Así se vivió el monumental atasco desde un parking subterráneo

FdV

El ‘barra libre’ en el improvisado aparcamiento portuario se desmadró este martes. Vigilantes de barcos aseguran que era tal la cantidad de vehículos aparcados la pasada noche que no se pudo cerrar el portalón. La hilera llegaba incluso a los muelles aledaños de O Berbés, donde suelen cargar los camiones la pesca de barcos de Gran Sol.

Más vehículos estacionados de noche dentro del puerto pesquero

Más vehículos estacionados de noche dentro del puerto pesquero / FdV

Normalmente este recinto portuario está separado por una puerta metálica de los pantalanes de Beiramar, salvo ahora a causa de unas obras de ampliación. Un ‘agujero’ en el cierre perimetral que ha abierto los ojos a los conductores más avezados. “El problema surgiría si llega a haber un incendio. ¿Cómo accederían los servicios de emergencia? ¿Y si hay coches tapando las conexiones de agua?”, se pregunta el agente.

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