El Gobierno comenzó a planificar un plan de contingencia frente a la amenaza de aranceles por parte de EEUU desde el momento en el que Donald Trump intensificó sus ataques a la UE. Tanto es así que Pedro Sánchez ya habló de ayudas específicas a los sectores que pudieran verse afectados durante una reunión con el lehendakari Imanol Pradales el pasado 27 de febrero. Tras el encuentro, inauguró un centro de ITP en Zamudio y en su intervención apeló a la unidad de los Veintisiete para “defender nuestros intereses ante quienes quieran atacar las economías europeas con aranceles que están absolutamente injustificados y que amenazan también veladamente nuestra soberanía económica”. Bajo la batuta del ministerio de Economía, que lidera Carlos Cuerpo, el Gobierno trabajó su plan con distintas hipótesis, en función de la decisión final de Donald Trump. De los diferentes escenarios, apuntan en Moncloa, se confirmó “el previsto”, que es también uno de los más “malos” para la economía, según valoran. El titular de Economía mantuvo encuentros con representantes de diferentes sectores durante las últimas semanas para planificar las ayudas y medidas de respuesta. Antes de que Trump anunciase el paquete con los aranceles impuestos a los diferentes países, Sánchez y varios de sus colaboradores se reunieron con los agentes sociales para apuntalar el plan de contingencia. Sin embargo, en esas horas todo estaba en el aire a la espera de que el presidente de EEUU concretase el alcance de su golpe arancelario. Había unas líneas maestras, siempre bajo el prisma de “proteger” a las empresas y el empleo, pero la financiación a movilizar y los instrumentos podían variar. De hecho, el plan que presentó Sánchez el jueves por la mañana para movilizar hasta 14.100 millones de euros, no cerró sus flecos hasta unas pocas horas antes. También en lo referente a la campaña comunicativa. Los diferentes departamentos implicados estuvieron en contacto toda noche, explican fuentes del Gobierno. Antes de ello, Pedro Sánchez habló con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Una conversación que sirvió para ultimar los detalles, pues las expectativas del Gobierno pasan porque la UE arrime el hombro en la financiación del plan. La falta de nuevos presupuestos tampoco ayuda en este contexto. A la espera de buscar un acuerdo entre los Veintisiete, en el Gobierno entienden que se han acercado posiciones con Von der Leyen para crear un fondo europeo de ayuda por los aranceles. Se trataría de destinar al plan de respuesta lo recaudado con aranceles inversos. Ahora es el turno de la UE, no solo para intentar una negociación in extremis, sino para analizar cómo a quién afectan más los aranceles para activar la respuesta. Los colaboradores de Sánchez explican respecto a las medidas que plantearán en la UE que están muy trabajadas y habladas con la Comisión Europea. “Lo vemos viable, pero depende de Europa”, explican desde Moncloa. Eso sí, “no quiere decir que haya acuerdo”, puntualizan, sin dejar de insistir en la compleja situación y la batalla que se abre sobre la visión y el papel mismo del bloque europeo en la nueva geopolítica. Además de la creación de un fondo de ayudas a los sectores afectados con los recursos provenientes de la recaudación de aranceles comunitarios, el Gobierno aboga por "más flexibilidad normativa ante las medidas que se puedan tomar a escala nacional. “Un marco especial de Ayudas de Estado que dote de mayor flexibilidad a las medidas de apoyo que podamos emprender los distintos gobiernos a escala nacional”, según explicó el jefe del Ejecutivo. Esto es, que se puedan dar ayudas sin colisionar con el estricto marco de la competitividad. Por otra parte, entre los deberes que debe asumir Bruselas, Sánchez apuesta por acelerar la ratificación del acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, así como un paquete legislativo para apoyar a la industria ante este nuevo contexto. El peso de las conversaciones preliminares en Bruselas las está llevando el ministro de Economía y en los próximos días se constituirá una comisión interministerial. Desde el departamento de Carlos Cuerpo insisten en la necesidad de profundizar en el mercado único. Eliminar las “trabas” en el mercado interior para combatir el efecto de los aranceles a través de la simplificación de "cargas burocráticas para desplegar un “mercado único completo”. Sus cálculos, en base a estudios del FMI, son que si se “aprovecha el mercado único de la UE” al máximo se produciría una reducción del 45% de los aranceles en comercio de bienes y del 100% en el comercio de servicios. Una agenda propia de la UE que se sumaría a la potenciación de los lazos con nuevos mercados estratégicos, al margen de EEUU. Para ello, Sánchez emprenderá la próxima semana una minigira asiática, con el objetivo de abrir mercados en Vietnam y China. Principalmente, al sector primario, por lo que el ministro de Agricultura, Luis Planas, acompañará al jefe del Ejecutivo, junto al de Exteriores, José Manuel Albares. Sin esperar a que los aranceles del 20% a la UE entren en vigor el próximo 9 de abril, el Gobierno aprobará en el Consejo de Ministros del martes un decreto para activar ya los avales y ayudas. Se trata de la parte del plan correspondiente a las nuevas líneas de financiación a los sectores que se vean más afectados, y por le que se movilizarán 8.000 millones de euros (de los 14.100 previstos), según avanzan fuentes de Moncloa. En el decreto, ya adelantado a la mayoría de grupos parlamentarios, excepto a Vox, para buscar su apoyo a la convalidación, se incluirán dos nuevas líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y otra de la Agencia Española de Crédito a la Exportación (CESCE). Concretamente, una línea de avales de 5.000 millones de euros “para facilitar el acceso a financiación que favorezca el mantenimiento de la actividad productiva y el empleo por parte de empresas afectadas por aranceles”, otra de 1.000 millones “para financiar las necesidades de circulante o de inversión de las empresas”, incluidas las pymes, y finalmente la financiación CESCE en seguros de crédito a la exportación de hasta 2.000 millones.