El CTAG ensaya el «superhumano» de la industria

El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) participa en el proyecto europeo «Superhuman», una iniciativa que evalúa un nuevo prototipo de exoesqueleto para su aplicación en la industria

Las pruebas del prototipo de exoesqueleto en el que trabaja el CTAG

Las pruebas del prototipo de exoesqueleto en el que trabaja el CTAG / CTAG

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Vigo

El manido término de la industria 4.0 ya está dejando paso al 5.0... y no se quedará ahí. La evolución tecnológica y la integración de nuevos sistemas es constante y lo que hoy se adopta corre el riesgo de estar obsoleto en escasos meses. Todo ello para producir mejor, más rápido, con más calidad y también con más seguridad. En este último apartado, hay herramientas que ayudan a los operarios a prevenir accidentes o lesiones, siendo de los más conocidos los exoesqueletos. Estos sistemas sirven para mejorar y apoyar a los trabajadores en sus operaciones diarias de movimientos manuales y de manipulación de cargas, reduciendo las condiciones ergonómicas desfavorables. Con esto como objetivo nació el proyecto europeo Superhuman, o «superhumano», en español, en el que participa el CTAG.

El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia lleva ya mucho tiempo investigando sobre la implantación de los exoesqueletos en la industria y ya son varias las empresas que equipan a sus trabajadores con ellos. En el caso de Superhuman, siglas en inglés para «Apoyo exoesquelético al alivio de la fatiga musculoesquelética humana en la industria», el CTAG sirve como banco de pruebas y de validación de un proyecto que «aborda el reto de las operaciones manuales en la industria» para disminuir en la medida de lo posible los «trastornos musculoesqueléticos».

La iniciativa es una de las muchas que desarrolla el centro —que rara vez salen a la opinión pública— y en este caso participa en un consorcio compuesto por seis organizaciones de Suiza, Italia, Portugal y España. La Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes del Sur de Suiza (Supsi) es la coordinadora de un proyecto en el que la empresa Gogoa es el proveedor de la tecnología. Por su parte, la multinacional italiana Bonfiglioli (fabrica componentes y accesorios industriales) y la portuguesa Sonae (grupo de empresas como Continente o Druni) serán los usuarios finales que prueban el exoesqueleto en sus actividades diarias.

El objetivo de Superhuman es «integrar dos diseños existentes de exoesqueletos pasivos», uno para las extremidades inferiores y otro de soporte lumbar. «Este nuevo prototipo reducirá el riesgo de lesiones laborales, ofreciendo una solución eficaz al problema», apuntan desde el consorcio. Los casos de uso son para una estación de trabajo de preparación de kits, recogida de piezas en el almacén, despaletización y reposición de existencias.

El prototitpo de exoesqueleto del proyecto «Superhuman», en el que participa el CTAG

El prototitpo de exoesqueleto del proyecto «Superhuman», en el que participa el CTAG / CTAG

En el caso del centro situado en O Porriño, su papel será el de realizar esas pruebas preliminares en sus instalaciones para evaluar el diseño integrado del nuevo dispositivo. Según el CTAG, el primer prototipo ya se ha testado allí y también en condiciones industriales reales con operarios de las dos firmas usuarias finales del exoesqueleto.

La iniciativa cuenta con financiación de EIT Manufacturing, del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, y además de las organizaciones ya mencionadas también participan el Instituto Dalle Molle para la Investigación de Inteligencia Artificial (Idsia) y ART-ER Attrattività Ricerca Territorio, ambos de Italia.

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