«El contacto con la naturaleza tiene un efecto terapéutico». Así de contundente se manifiesta el gobierno de O Grove a través de su Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO), en el que vuelve a presentar a la península meca como un entorno privilegiado para todos aquellos que quieren disfrutar del medio ambiente y la ornitología. La concejalía de Medio Ambiente y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) apelan así a «diversos estudios científicos que han demostrado que la vida al aire libre produce una mejora general de la salud de las personas». Se refieren a que «incrementa la concentración y la memoria, reduce el estrés, combate la depresión y la ansiedad, protege la vista y mejora la esperanza de vida». Esto lleva al Concello a aconsejar nuevamente los paseos por A Toxa, Con Negro, Punta Cantodorxo, A Lanzada, Lagoa Bodeira y otros espacios similares en los que «disfrutar de la naturaleza y de las aves invernantes costeras o de los pajaritos que buscan atareados su alimento», esgrime. Lo que quieren decir es que «ahora en invierno no hay que encerrarse en casa, sino que es un tiempo idóneo para salir tanto en los días soleados como en los tormentosos, ideales para observar la fuerza de la naturaleza y la bravura del mar». Es «cuando el tiempo da una tregua» cuando «podemos disfrutar de la calma y de las aves que entran en las rías para refugiarse de los azotes del tiempo o de los pequeños pájaros residentes que con alegría recuperan su actividad», explican en Medio Ambiente. El mismo departamento municipal que, de nuevo en colaboración con SEO/BirdLife organiza una ruta guiada especial «para observar las aves que hay en Navidad en la Reserva Ornitológica de O Grove». Se trata de una excursión ornitológica «en la que intentaremos observar las especies que pasan los inviernos en este espacio privilegiado, para lo cual recorreremos distintos puntos de la Reserva». De este modo será posible «identificar aves marinas como los colimbos grandes, cormoranes moñudos, charranes patinegros o negrones comunes», junto a limícolas como los chorlitos, zarapitos, agujas, vuelvepiedras o correlimos, entre otras muchas. Eso sin olvidar las gaviotas, incluidas las gaviotas canas y los gaviones atlánticos, y prestando especial atención a las ricas poblaciones de garzas, garcetas y espátulas comunes. «No faltarán algunas aves rapaces y pajarillos varios que se mueven por los campos», esgrimen en PIO O Grove cuando animan a la población a sumarse a esta nueva expedición terrestre, especialmente centrada en el Complejo Intermareal Umia-O Grove.